La iglesia en los primeros siglos


¿Cómo vivían?


Los cristianos formaron comunidades locales—iglesias— bajo la autoridad pastoral de un obispo. El obispo de Roma —sucesor del Apóstol Pedro— ejercía el Primado sobre todas las iglesias. La Eucaristía era centro de la vida cristiana. El rechazo del Gnosticismo fue la gran victoria doctrinal de la Iglesia primitiva. Los primeros cristianos seguían asistiendo al templo y respetando las normas judías pero, al mismo tiempo, se reunían para escuchar la prédica de los apóstoles y para la fracción del pan. Además compartían todos sus bienes, evitando, de este modo, que algún miembro de la Iglesia pasara necesidad. Muchos vendían sus posesiones y entregaban las ganancias a los apóstoles para que ellos las distribuyeran entre los más necesitados.



¿Cómo fueron extendiendo el Evangelio?
Los apóstoles desoyendo la prohibición siguieron predicando. Como el número de conversos seguía creciendo, los apóstoles decidieron designar a algunas personas que los ayudaran con las cosas materiales y ellos pudiesen dedicarse solo a predicar. De esta forma, surgen los diáconos. Uno de los primeros elegidos fue Esteban y fue el primero en morir por Jesús. Dentro de la turba que consintió esta muerte había un judío llamado Saulo, quien tiempo después se convertiría, transformándose en el apóstol de los gentiles.
Tras la muerte de Esteban, se desató, en Jerusalén, una gran persecución contra la comunidad cristiana. Muchos fueron encarcelados; otros lograron huir y predicaron la palabra de Dios en los lugares donde se refugiaron.
De este modo, el evangelio llegó a pueblos no Judíos y muchos se convirtieron. Primero fue Samaria y después Antioquía, capital de Siria y una de las grandes ciudades de Oriente. Es en esta ciudad donde los discípulos de Jesús comenzaron a llamarse cristianos.


¿Cómo se fueron organizando las primeras comunidades?
Restablecida la paz, la Iglesia siguió creciendo, llenando de pequeñas comunidades todo el Medio Oriente. Saulo se convirtió y comenzó sus viajes misionales. En el año 44 hubo una nueva persecución y el colegio de los doce dejó de tener sus sede en Jerusalén y sus miembros se dispersaron
La convivencia entre los judíos conversos y los gentiles que abrazaban la nueva doctrina era difícil. Muchos judeocristianos pensaban que los gentiles debían respetar la ley de Moisés y circuncidarse para entrar a la nueva Iglesia.Por esta razón, en el año 49, se celebró el primer Concilio de la Iglesia. La ciudad elegida fue Jerusalén. El motivo, decidir la relación entre los cristianos y la antigua ley. Nuevamente fue el apóstol Pedro quién dijo la palabra decisiva y proclamó la libertad de los cristianos con respecto a los preceptos legales de los judíos. Esta decisión no impidió que los cristianos de Judea y Palestina siguieran acudiendo al templo y observando sus prácticas tradicionales. Para fines del primer siglo de la era cristiana estas fueron definitivamente abandonadas.
La expansión del Cristianismo en el mundo antiguo se acomodó a las estructuras y modos de vida propios de la sociedad romana. Examinadas ya la progresiva realización del principio de universalidad cristiana y las relaciones entre la Iglesia y el Imperio pagano, procede ahora exponer los principales aspectos de la vida interna de las cristiandades: su composición social y jerárquica, el gobierno pastoral, la doctrina, la disciplina, el culto litúrgico, etc.
La Roma clásica promovió por doquier, con deliberado propósito, la difusión de la vida urbana: municipios y colonias surgieron en gran número por todas las provincias de un Imperio para el cual urbanización era sinónimo de romanización. El Cristianismo nació en este contexto histórico y las ciudades fueron sede de las primeras comunidades, que constituyeron en ellas iglesias locales. Las comunidades cristianas estaban rodeadas de un entorno pagano hostil, que favorecía su cohesión interna y la solidaridad entre sus miembros. Pero esas iglesias no fueron núcleos perdidos y aislados: la comunión y la comunicación entre ellas era real y todas tenían un vivo sentido de hallarse integradas en una misma Iglesia universal, la única Iglesia fundada por Jesucristo.



¿Qué dificultades encontraron?

La Iglesia fundada por Jesucristo tropieza desde el inicio con un ambiente religioso, político y social en el que abundaba la injusticia y la corrupción. Comenzaba en los gobernadores y jefes religiosos y se extendía a todos los estratos de la sociedad. En ese ambiente los cristianos fueron creciendo y resolviendo las dificultades que surgían. Una de las dificultades que encontraron fue ''independizarse'' de la religión judía, ya que como Jesús era judío se suponía que el cristianismo no era más que una rama de esa religión. Pero no, Jesús había llegado al mundo con la labor de mostrar un una religión, de fundar una nueva comunidad de creyentes. A partir de ese suceso vinieron después más hechos derivados. Los romanos tenían ya controlados a los judíos pero al descubrir otra nueva religión monoteísta que no seguía las mismas normas que ellos en cuanto a los temas religiosos, consideraron a los cristianos peligrosos y  no querían que otra religión le hiciera sombra. Varios emperadores se sirvieron de cualquier catástrofe para echar la culpa a los cristianos, pues causas justas para perseguirlos no había. Resulta también una ironía de la historia constatar quien cometió tan grande injusticia contra los cristianos fue el imperio romano, el inventor del derecho. Durante años y años hubo muchas persecuciones contra la Iglesia Católica. En ellas los romanos intentaban que las comunidades no se extendiesen, pero fue al revés, ya que echando a los cristianos de las tierras romanas consiguieron que el cristianismo se extendiera más rápido hacia otros lugares hasta convertirse en una religión más importante. Al final Los Emperadores Constantino y Licinio firmaron el Edicto de Milán, un tratado que establecía la libertad de culto y daba fin a las persecuciones. El Cristianismo a pasó de ser una religión perseguida hasta convertirse en la religión oficial de todo el Imperio Romano.